El turismo en América Latina y el Caribe está de enhorabuena. En medio de la tormenta económica que vive la zona. En 2015, el número de viajeros extranjeros registrados en la región ascendió a más de 96,6 millones, la mayor cifra alcanzada durante la última década, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). El repunte ha sido resultado de una mayor afluencia de estadounidenses, movidos por la fortaleza de su moneda, y a una creciente e imparable demanda de viajes por parte de la clase media latinoamericana.
EE UU, el primer emisor de turistas a nivel mundial, ha sido siempre el motor que ha dado vida y fuerza al sector. Entre enero y noviembre de 2015, según la Oficina del Sector de Viajes y Turismo de ese país, más de 66,7 millones de estadounidenses decidieron emprender un viaje fuera de su territorio.
El valor del dólar —que en el último año se ha revaluado un 20%, en promedio, frente a las principales monedas latinoamericanas— siempre ha sido un factor determinante para los estadounidenses al momento de elegir un destino para vacacionar. Además, los ciudadanos de EE UU, han tenido un año sin sobresaltos (el PIB de logró un repunte del 2,4% y se crearon 2,65 millones de empleos) y eso ha incentivado los salidas al extranjero.
Más de 11 millones han disfrutado de las playas del Caribe, de las calurosas ciudades de Centroamérica o de los antiguos pueblos sudamericanos, principalmente de Brasil, donde el real se ha depreciado un 47% frente al dólar, y de Argentina, cuya moneda ya se había devaluado un 14% en diciembre de 2015.
América Latina ha sido fuertemente sacudida por la caída de los precios de las materias primas, la desaceleración económica en China y los cambios en la política monetaria de los países desarrollados. El mazazo ha sido de tal magnitud que el año pasado, el PIB latinoamericano retrocedió un 0,4%. A pesar de esta tormenta, la región ha generado una clase media que no está dispuesta a sacrificar sus viajes.
Sin embargo, el gasto de los turistas, puede verse desacelerado por las economías y por una creciente inflación en los principales países del área. También es un inconveniente las alertas generadas por el virus del zika
En el largo plazo, los países de la región deben de aumentar los niveles de calidad y oferta turística, optimizar su conectividad e infraestructuras aéreas y mejorar el clima de negocios para atraer inversiones mucho más jugosas.
Creo que el turismo se ha convertido en una fuente clave de intercambio de divisas y de empleo en la región. Así pues es algo muy positivo para estos países, que a través del turismo se enriquecen. Espero que el turismo siga creciendo en estos países como en el resto y pueda aportar a la economía un aspecto favorable y creciente en estos.
http://economia.elpais.com/economia/2016/02/26/actualidad/1456483723_318267.html
28/02/16
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