Los presidentes de grandes cadenas hoteleras, de compañías aéreas, la secretaria de Estado de comercio de EE UU..., todos aludieron una y otra vez al peligro que la ofensiva yihadista representa para este gigantesco negocio. Aunque el turismo creció el año pasado un 2,8%, el sector cree que la posibilidad de un enfriamiento es una realidad. Nadie adelantó en Dallas una cifra sobre lo que el terrorismo puede representar en cifras, pero en países afectados como Turquía las reservas para este verano han bajado un 32%, mientras que Air France-KLM estimó en 120 millones de euros la reducción de sus ingresos en el primer trimestre de 2016 tras los ataques contra París de noviembre.
Aunque desde los atentados contra EE UU del 11 de septiembre de 2001, el terrorismo siempre ha sobrevolado el negocio turístico. Sin embargo, los ataques del Estado Islámico (ISIS) han cambiado el tablero por completo. Arne Sorenson, presidente de la cadena de hoteles Marriott, señaló que el sector "se enfrenta a la mayor amenaza global de su historia".
La principal preocupación no es solo que los turistas se queden en casa. Según el WTTC –que se hizo cargo del viaje de este diario a Dallas–, el tiempo que un país o una ciudad tarda en recuperarse totalmente de un atentado terrorista es de 13 meses, frente a los 21,3 meses después del estallido de una enfermedad o 23,8 meses después de un desastre medioambiental. Además, en muchos casos, los turistas cambian de playas, no dejan de viajar. Es lo que ha ocurrido con España, que ha visto aumentar las reservas, sobre todo en Canarias, tras los ataques en Túnez y en Egipto, países cuyas economías se han visto profundamente debilitadas por la huida de los visitantes. El pasado verano el turismo en España creció un 3,7%, el mejor dato de la última década.
Penny Pritzker, la secretaria de Comercio, señaló que el programa de exención de visados (Visa Waiver Program) que EE UU mantiene con 38 países "debe ser reformado por la presencia de yihadistas en los Estados con los que mantenemos este acuerdo". "Necesitamos que los países con los colaboramos compartan los datos de pasajeros con nosotros.
La gran cuestión que circulaba durante el congreso era el peligro de que una reacción exagerada en las fronteras y en la seguridad fuese al final más nocivo que las propias decisiones de los consumidores. Porque los datos indican que, pese a Al Qaeda y el ISIS, la gente viaja cada vez más.
Respecto estos datos, es evidente que la gente ha dejado de viajar a los destinos en los que recientemente han ocurrido atentados yihadistas. Creo que esto es algo un tanto relativo en cuanto al destino de los turistas, en cualquier momento puede haber otro ataque y nadie puede prever donde y cuando ocurrirán. Pienso que hay diferentes zonas de peligro para viajar, los atentados en Bruselas o París han sido casos puntuales, a diferencia de otras zonas donde han habido atentados más continuos. Yo, personalmente no dejaría de viajar a cualquier zona del mundo, aun así sintiendo un cierto miedo.
Creo que la propuesta de la secretaria de Comercio está muy acertada y debería hacerse una reforma en los visados.
En cuanto a cerrar fronteras, es algo de lo que no estoy de acuerdo, ya sea por el paso de terroristas o de refugiados. Creo que se deberían de tomar más medidas de seguridad y respecto a los refugiados, la UE debería tomar más iniciativas para acoger a estos.
http://economia.elpais.com/economia/2016/04/08/actualidad/1460087881_578636.html
08/04/16